Puede utilizar un Contrato de Limpieza para documentar por escrito los tipos de limpieza que el cliente requiere y detalle de los mismos.
Por ejemplo, puede ocurrir que tan sólo se requiera los servicios una vez cada dos semanas si un propietario vive solo. En cambio, si el propietario dispone de mascotas, puede ocurrir que necesite limpiar la casa al menos dos veces por semana. Por otra parte, algunos muebles pueden exigir un tipo de limpieza concreto.
Periodicidad del servicio
Un Contrato de Limpieza puede servir tanto para servicios de limpieza recurrente o periódicos (semanal, mensual, etc.) como para servicios concretos, como, por ejemplo, limpieza de una alfombra o limpieza de una casa de verano.
Define claramente el monto a pagar
Un Contrato de Limpieza suele incluir un sistema de pago por hora. Por lo que es conveniente que el cliente establezca claramente los servicios concretos que quiere que el prestador realice durante su visita.
Establece fechas y horas concretas
Además, puede ocurrir que determinados servicios tengan que ser realizados a una hora concreta. Por ejemplo, una limpieza de una casa el día antes de su venta. En estas ocasiones es muy importante dejar por escrito la fecha en la que los servicios tienen que prestarse.
Para empresas
Si usted tiene una pequeña empresa y quiere contratar a una persona para que acuda a sus oficinas a prestar servicios de limpieza, es buena práctica utilizar un Contrato de Limpieza. En ella detalla los servicios prestados. Por ejemplo, limpieza de oficina, desinfección de baños, recogida de basura, etc.
Para empleadas domésticas o profesionales de limpieza
Si usted es una empleada doméstica o profesional de la limpieza, también puede utilizar nuestro Contrato de Limpieza. Es muy útil, pues le permite gestionar sus clientes y mantener un registro de las horas trabajadas. El disponer de un documento legal le permite ofrecer a sus clientes una imagen profesional. Además, le permite a su vez protegerse en caso de que tenga lugar disputas sobre el pago.